top of page

Las desavenencias históricas entre México y la RAE

Si eres mexicano puedes seguir tildando sólo


La Real Academia Española se fundó en 1713 en Madrid por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco (marqués de Villena) e inició su relación con México en 1770 cuando el jurista y filólogo don Manuel de Lardizábal y Uribe, educado en el Colegio de San Ildefonso de la Ciudad de México, fue elegido para ocupar el sillón C y sería más tarde su secretario perpetuo. Fue en 1870, el 24 de noviembre, cuando la RAE decidió constituir academias americanas semiindependientes. Así nació la academia mexicana, cuyo primer director fue José María de Bassoco (1796-1877).


La desavenencia

De acuerdo con las palabras de Labastida, director de la Academia Mexicana de la Lengua (ALM) desde el año 2011, esta institución es independiente de la RAE, detalle que muchas personas no conocen, pero para ello, es indispensable hacer un poco de historia:

En 1951, la AML con el apoyo del gobierno federal convocó al Primer Congreso Internacional de Academias de la Lengua Española. La relevancia de este encuentro radicaba en que por primera vez se reunían las academias de países de habla hispana de Latinoamérica por iniciativa propia, pero además, hasta ese momento era como si la RAE fuera el centro y cada una de las 21 academias restantes tenía vínculo con esta, pero no entre sí. A partir de entonces, las 22 academias, incluida la de Estados Unidos se relacionaron directamente unas con otras.


Sesgo político

A aquel congreso asistieron prácticamente todas las academias, salvo una: la Real Academia Española. ¿Motivo? La dictadura franquista les impidió a los académicos españoles asistir si no se cumplía la condición, por parte del gobierno mexicano, de romper relaciones con el gobierno de la República Española. México no lo aceptó y, como consecuencia, no les dieron autorización.

La ausencia de académicos de la RAE suscitó, una enorme controversia en el seno del Congreso. Tan así fue, que algunos miembros de otras academias propusieron la separación definitiva, pero no se dio porque la Real Academia envió un delegado a restañar las heridas.

De todas formas, y como respuesta a este insólito suceso, fue fundada la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE). Sus integrantes no son correspondientes de la RAE. La conforman, además de la Española, la Colombiana, Ecuatoriana, Mexicana, Salvadoreña, Venezolana, Chilena, Peruana, Guatemalteca, Costarricense, Filipina, Panameña, Cubana, Paraguaya, Boliviana, Dominicana, Nicaragüense, Argentina, del Uruguay, Hondureña, Puertorriqueña y Norteamericana que fue la última en crearse en 1973.


Otro episodio de carácter político

En el Tercer Congreso de Academias, que se celebró en Bogotá en 1960, se acordó firmar un convenio multilateral por el cual los gobiernos en donde existen las academias de la lengua española se obligan a darle a la RAE facilidades en el acceso a recursos suficientes para su trabajo a la vez que el derecho a disponer de una sede propia.

Los únicos dos gobiernos que no firmaron ese convenio internacional fueron los de Cuba y de México. La razón es que en aquel momento se había convocado a una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para expulsar a Cuba.

Este país caribeño decidió no asistir al encuentro de academias. Fue expulsado de la OEA, con la oposición, mediante un discurso del embajador Manuel Tello, de México. Ambos países resolvieron no aprobar la resolución de las academias. Tiempo después Cuba acabó por suscribirla, pero México lo hizo 52 años más tarde, en 2012, bajo la presidencia de Felipe Calderón.

“Siendo yo ya director de la Academia, presenté al Senado de la República la petición de que nuestro país se adhiriera al convenio internacional" recuerda Labastida.


El español como lengua eminentemente americana

A partir de acontecimientos como los mencionados, muchos filólogos mexicanos comenzaron a exigir una independencia lingüística basados en verdades irrebatibles como es el caso de que ese país es el que cuenta con el mayor número de hablantes del idioma con sus 121 millones de habitantes contra los 47 millones de españoles. Si a estos números le sumamos el resto de hispanohablantes en América Latina, la cifra es abrumadoramente mayoritaria.

Finalmente, bajo el peso de la verdad y la razón, la RAE accedió a unir esfuerzos y consultar con el resto de la academias para tomar decisiones relacionadas con el lenguaje, algo que hasta el 2010 era inconsulto y unilateral. Esta es la razón por la cual el antiguo DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) pasó a llamarse DLE (Diccionario de la Lengua Española) y el tratado ortográfico ORAE (Ortografía de la Real Academia Española) se transformó en OLE (Ortografía Lengua Española).


Enfrentamiento entre la RAE y la AML por la tilde en "sólo".

Esta fue otra de las extensas e intensas batallas entre ambas instituciones rectoras del habla y aquí viene algo que podría sorprender a muchos: La AML acepta y valida el uso de la tilde en el controversial adverbio. Esta es su última palabra:

¿Sólo aún puede escribirse con tilde cuando significa solamente?

Sí, puede escribirse con tilde. Asimismo, la Academia Mexicana de la Lengua está a favor de conservar la tilde diacrítica en el adverbio sólo. La Ortografía de la lengua española, de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua (Madrid: Espasa Libros, 2010) señala que "solo" no debe acentuarse en ningún caso, pues el acento diacrítico sólo se presenta en partículas tónicas y átonas formalmente idénticas (como tu y tú) y, además, el adverbio sólo y el adjetivo solo se tratan de partículas tónicas en las que se puede prescindir del acento, pese a la ambigüedad que pueda existir en los contextos en que estas formas se presenten. La Ortografía indica, entonces, que el uso de este acento es una elección del hablante que éste tomará de acuerdo con su juicio. La AML recomienda el uso de este diacrítico basada en las siguientes razones:

1.- El acento diacrítico puede, en un término más amplio, ser un signo ortográfico ‘que sirve para dar a una letra o a una palabra un valor distintivo’ (Diccionario de la lengua española, Real Academia Española, Madrid: Espasa Calpe, 2001). Por lo tanto, el acento que distingue a sólo y solo puede ser considerado un diacrítico.

2.- Por didáctica, ya que el empleo del acento diacrítico en sólo y los pronombres demostrativos es una estrategia didáctica, que permite a los profesores y los estudiantes distinguir categorías gramaticales y, sobre todo, establecer relaciones entre palabras, a nivel sintáctico y semántico. Además, el uso de este acento aleja de la ambigüedad en ciertos contextos.

Cabe mencionar que la AML recomienda el uso de este diacrítico siempre y cuando haya consistencia en su empleo, es decir, si se opta por usarlo en este caso, se deberá usar en otros, como el de los pronombres demostrativos. Lo anterior para procurar un uso consistente y sistemático."

Es decir, esta es la postura soberana de la Comisión de Consultas de la AML.

Actualmente la AML trabaja en la realización del Cordiam (Corpus Diacrónico y Diatópico del Español de América), con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Paralelamente al Corde (Corpus Diacrónico del Español) que la RAE realiza sobre el desarrollo y evaluación de éste, fundamentalmente en la península.

El Cordiam comprenderá una investigación a lo largo de la historia, desde 1493 hasta 2010, desde Argentina y Chile, hasta México, Estados Unidos y el Caribe.


Queda en su elección decidir a qué academia suscribirse, pero recuerde que, si decide tildar el adverbio "sólo", debe ser congruente y adherirse por completo a la norma que incluye la tilde en demostrativos como éste, ésta, ésto, aquélla, aquél, etc.


Otras fuentes:


125 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page