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La diferencia entre el lenguaje inclusivo y el lenguaje no sexista

Foto del escritor: Ortografía integralOrtografía integral

Si eres de los que les gusta hablar con propiedad, te sugiero que leas este artículo


Lenguaje sexista


Al leer el titular de la noticia que aparece en la portada captarás sin dificultad el dato que se quiso transmitir.


De lo que no te darás cuenta es de que su redacción no es clara ni precisa debido a que se ha empleado un lenguaje sexista (no es lo mismo que el inclusivo).


Cuando lees: "Hombres y personas jóvenes..." estás leyendo un disparate, aunque la costumbre haga que te parezca correcto y bien estructurado. Prueba a leerlo nuevamente y puede que te provoque estas dudas:


¿Los varones jóvenes no son hombres?


¿Las personas jóvenes solo son mujeres?


¿Los jóvenes no son personas?


Más preciso hubiera sido decir:


La mayoría de las víctimas de accidentes son hombres mayores y jóvenes de ambos sexos.

La mayoría de las víctimas de accidentes son hombres de todas las edades y mujeres jóvenes.


Veamos otros ejemplos de uso de lenguaje sexista:


El inmigrante y su familia fueron deportados sin compasión. (sexista)

La familia de inmigrantes fue deportada sin compasión. (no sexista)

(Todos tenían el mismo estatus migratorio y el hombre era un miembro más de la familia).



La ley prohíbe la bigamia a los colombianos, pero casi todos tienen dos mujeres.

No hay dudas de que nuestro subconsciente nos ayudará a comprender de inmediato el mensaje. Si tomamos "colombianos" y "todos" como genéricos, pero en lenguaje no sexista, cabría preguntarse si las mujeres colombianas también tienen dos mujeres. Una opción no sexista sería:


En Colombia está prohibida la bigamia, pero casi todos los hombres tienen dos mujeres.

(Sin que se afecte la economía de palabras)


Otro ejemplo:

En el accidente perdieron la vida 165 personas, 67 de ellas eran mujeres y niños.


En este ejemplo el lenguaje sexista se manifiesta de varias formas. Es cierto que la vida de un niño siempre es especial, pero no existen razones para que la vida de un hombre valga menos que la de una mujer. Si lo que se trata es de lamentar la pérdida de menores de edad, se puede destacar este triste suceso aludiendo solo a los niños dadas su vulnerabilidad, incapacidad para entender lo que está ocurriendo, imposibilidad de tomar acciones por su cuenta ante el peligro, etc.

Esta forma de redactar menoscaba la capacidad de la mujer de enfrentar situaciones difíciles e iguala su nivel de respuesta a la de un niño. Por lo tanto, una forma no sexista de dar la misma noticia sería:

"En el accidente perdieron la vida 165 personas, entre las que se cuentan 15 menores de edad".


Mis escritores hispanos favoritos son García Márquez y la Avellaneda.

¿Por qué decir "la Avellaneda", "la Bachelet" o "la Caballé"?, si nadie dice "el García Márquez", "el Trudeau" ni "el Pavarotti" a menos que quiera ser expresamente despectivo.


El lenguaje sexista otorga al hombre, a veces inconscientemente, un rol especial, tanto en la familia como en la sociedad.

No vayas a ir a esa fiesta porque Pedro llevará a su esposa.¿Llevará? A menos que la señora necesite silla de ruedas, lo adecuado sería

No vayas a ir a esa fiesta porque Pedro irá con su esposa.


Es una iniciativa que se basa en el poder de la palabra para transformar el pensamiento y, en consecuencia, la manera de asumir la vida.




La diferencia de matices del lenguaje inclusivo


La característica del lenguaje inclusivo es que tiene intereses socio-políticos que han dividido las opiniones en dos bandos. El lenguaje inclusivo mal empleado estereotipa a las personas, las clasifica, es prejuicioso.


La comunidad LGTB, por citar un ejemplo, trata de implantar (con más grandes resultados) palabras como "elles", "nosotres", etc., con la finalidad de hacer desaparecer los géneros como lo hemos conocido hasta ahora, por otra parte, ha presionado para que aparezcan en los formularios una tercera opción sexual, es decir, en el apartado de sexo, ya puede verse "masculino", "femenino" y "otros".

Pero este es un tema aparte cuya aceptación depende de la decisión de cada persona y que pertenece a otra esfera de la vida.


Volviendo al tema de la confrontación política utilizando el lenguaje inclusivo, defensores y detractores comenzaron a violentar límites gramaticales. Por ejemplo, hace algún tiempo, una funcionaria defensora del tema usó la palabra "portavoza" para referirse "portavoz", que es un sustantivo común en cuanto al género. Desde luego que es un error indefendible, sin embargo, no faltó quien argumentara, con razón, que el diccionario recoge el término "aprendiza" a pesar de que la terminación "iz" corresponde al femenino.


Los detractores, por su parte, no se han quedado atrás y han tomado como bandera la frase "todos y todas" (otra expresión inaceptable desde donde quiera que se mire) para enviar el mensaje de que quienes se adhieran al lenguaje inclusivo son ignorantes, cuando se sabe que hay mucha diferencia entre "todos y todas" y, por ejemplo, "niños y niñas".

La diferencia es que "todo" incluye el universo de la palabra a la que se refiera, en este caso a las personas.

En cambio, una búsqueda en Google arroja la palabra "niña" con estas definiciones:






Como se puede ver, está muy justificado acentuar la distinción teniendo en cuenta que el resultado de la búsqueda es una prueba irrefutable de la invisibilidad de la que ha sido objeto el sexo femenino desde la infancia, a pesar de que estamos a días del año 2019.


En las redes sociales se crean debates intensos en torno a este tema y es oportuno decir que, con excepción del "todos y todas", cada persona tiene la libertad de sumarse o no a esta iniciativa, de la misma manera que tampoco es ningún error continuar usando el genérico para referirse a ambos géneros.


"Julito vino con sus padres" o "Julito vino con su madre y su padre".


Para finalizar es importante aclarar que la iniciativa de modificar e implementar estas estrategias inclusivas y no sexistas fue propuesta por la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y aprobada por los jefes y funcionarios de gobiernos, quienes se comprometieron a difundirlas mediante las instituciones estatales, la prensa y medios de comunicación masivos en aras de aumentar la presencia de la mujer como parte de la campaña para erradicar la discriminación y junto con ella, la violencia.


Algunas de estas recomendaciones son sustituir las formas masculinas por sustantivos comunes en cuanto al género, sustantivos colectivos o pronombres:


Las personas refugiadas (no los refugiados)

La gente joven (no los jóvenes)

La comunidad indígena (no los indígenas)

El personal de la institución (no los empleados o los funcionarios)

Quienes solicitaron el certificado... (no los que solicitaron)

Quien no haya hecho la tarea... (no el que no haya...)


Y una larga lista de ejemplos que puedes encontrar en cientos de documentos que tratan el tema. La intención no es convencer ni disuadir, sino compartir lo poco que he podido concluir del estudio de este interesante tema.

























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